Pues eso mismo, que hay que tener los horizontes abiertos y no encasillarse.
Y como hay que predicar con el ejemplo, la semana pasada comí en un Mac Donalds. Si, lo habéis oído bien: !un Mac Donalds!.
Toda una experiencia gastronómica, rica en matices.Y rica también, en materiales de desecho: envoltorios, pajitas, mantelitos de colores, cubiertos de plástico, ....
Ta´claro que en cuanto se acabe el petróleo, lo primero en cerrar van a ser los Mac Donalds.
Aún así y teniendo en cuenta que la última vez que estuve en uno de estos sitios fue hace 20 años, tengo que reconocer que la comida no estaba mala, de sabor era aceptable. Como me esperaba lo peor, me resulto tragable.
Ahora el descojono nos entro cuando empezamos a leer las tablas nutricionales de las hamburguesas.Aquí tenéis una foto porque no tiene desperdicio.
El tema es que con una inocente hamburguesa de tamaño normal (no la opción grande) te has metido el 62% de la sal que necesitas al día y el 54% de las grasas. Vamos, que si al salir miras a un paquete de Lays ya has cubierto tus necesidades nutricionales para esa semana.
No os voy a dar la chapa pero, que fuerte, no?!!!!!!!!!!!!!